13 de noviembre de 2014

DISOLUCIONES (Novela por entregas)

CAPÍTULO 5 

BITÁCORA DEL ASESINATO EN CALZADA DE TLALPAN 1184

(Borrador archivo Diego Henestrosa. Investigador Privado)


Según declaración de uno de los vecinos, el 21 de Agosto a las 18:00 horas se presentó una persona del sexo masculino de alrededor de 30 años preguntando por un tal Xavier González. El vecino venía llegando de la tienda y lo encontró frente a la puerta de entrada fumando como si estuviera esperando a alguien. Parecía drogado o dentro de una especie de trance psicótico, vestía unos jeans ajustados, botas de tacón estilo italiano y una gabardina negra y gastada. El vecino no ha podido dar más
detalles acerca de las facciones del tipo en la puerta a quien llamare “ELE”, ya que su cabello caía sobre el rostro y en ningún momento levanto la mirada ni hizo contacto directo con ella. El vecino le preguntó si buscaba a alguien y “ELE” dio el nombre de Xavier González del departamento 7. Creo que allí no vive ningún Xavier, quizá te dieron mal la dirección, comentó el vecino tratando de disuadirlo de marcharse a lo que “ELE” rápidamente contestó allí vive, vengo a buscarlo ¿me dejarías pasar para ver si se encuentra?, Claro, contestó el vecino y luego le pidió un cigarro; “ELE” sacó unos Marlboro rojos alargados y se lo encendió con un zippo negro con una letra “L” dorada al centro. Jugando al investigador, el joven le preguntó por qué cigarros alargados a lo que “ELE” respondió porque los fetiches mortales que escogemos para apaciguar la vida deben ser elegantes y suaves y además detesto apresurar los finales. “ELE” le encendió el cigarro y ambos entraron juntos, caminaron lentamente por el pasillo pobremente iluminado por la amarillenta luz del fondo; mientras más se acercaban al número 7, el sonido de la música que provenía de la planta superior se intensificaba, “ELE” se quedó parado frente a la entrada como esperando un intermedio para llamar a la puerta o para que el vecino entrara a su casa, ya que lo miro de soslayo hasta que su sombra se desvaneció detrás de la llovizna del vidrio de la puerta de su departamento. El vecino rápidamente se dirigió hacia la planta alta para espiar desde su habitación las acciones del desconocido. Indica que cuando se acercó a la ventana la puerta del número 7 ya estaba abierta pero nadie había abierto y que al fijarse ben observo pedazos de vidrio en
el piso pertenecientes a uno de los cuadritos de la parte superior de la puerta. Luego cuando se hubo terminado el cigarro que “ELE” le regaló, vio salir al desconocido con un mujer de largo cabello rubio y zapatos de charol color rojo, quien llevaba varias bolsas (algunas de plástico) en las manos mientras “ELE” la sostenía del codo. Cabe aclarar que la forzó a salir y que la chica de unos veintiocho años parecía ir por voluntad propia, Mierda, mierda, mierda!!!!!! (borrar después al pasar en limpio). El vecino comenta que la música se siguió escuchando por dos horas más hasta que el disco se rayó y repitió una parte de una canción durante casi media hora. Nadie reparo en tal asunto por las costumbres disipadas del habitante del número 7 que respondía al nombre falso de Xavier y por supuesto sigue sin poder identificarse. Más tarde los vecinos se juntaron para reclamarle pero al encontrar la puerta abierta decidieron entrar para encontrar el cadáver de Xavier, desnudo sobre una gran mancha de sangre esparcida por la cama. Decidieron entonces llamar a la policía, pero entonces se apersonó un tipo alto, flaco y con lentes oscuros estilo Ray Ban junto a un tipo regordete y chaparro quienes se identificaron como policías ministeriales y les dijeron que les convenía más olvidarse del asunto porque ellos se encargarían de todo. Acto seguido entraron, quitaron la música y
limpiaron el departamento para luego llevarse el colchón y el cuerpo. Más tarde me llamó el vecino para consignarme esta investigación proponiéndome pagarme un poco más si lo dejaba participar en la investigación. Accedí pero hasta ahora sólo le he encargado tareas inocuas pues me parece que estamos frente a un caso complicado y nada convencional. El departamento es muy normal, demasiado normal a excepción del desorden como de varios meses, las manchas de sangre mal limpiadas debajo de la cama.


La madrugada se hizo mañana cuando salí y afuera frente a la puerta, y esta es una de las cosas buenas de tener una ciudad llena de personas sucias, en la calle, cerca de un árbol entre un montón de basura, llamó mi atención una cajetilla de Benson mentolados aplastada con una hoja doblada entre el cartón y el plástico; esto no significaría nada pero tengo esta afición por los papeles tirados en la calle y casi siempre me detengo a leerlos, es una especie de compulsión personal, así pasa la gloria del mundo, además de que es mi marca. Recogí la cajetilla y saqué la hoja que contenía el poema “Sueño
para el invierno (otra versión)” de Arthur Rimbaud transcrito a mano que no le interesaría a nadie que no tuviera una afición por la poesía simbolista; y que por otra parte no tendría ningún interés para esta investigación si seguido de la dedicatoria no tuviera anotado “Tennesse” (como después me enteré con las prostitutas olvidadas en las paradas de los autobuses, de que así era conocida la chica de los tacones rojos) y en la parte posterior una dirección ¿qué animal no responde a su instinto?


UN BREVE Y MORTAL SUEÑO

Novelas para el fin del mundo UN BREVE Y MORTAL SUEÑO (Antonio Mejía Ortiz, México 2019), nos conduce a un viaje a través del alma y la men...