CAPÍTULO 5
BITÁCORA DEL ASESINATO EN CALZADA DE TLALPAN 1184
(Borrador archivo Diego Henestrosa. Investigador Privado)
Según declaración
de uno de los vecinos, el 21 de Agosto a las 18:00 horas se presentó una
persona del sexo masculino de alrededor de 30 años preguntando por un tal
Xavier González. El vecino venía llegando de la tienda y lo encontró frente a
la puerta de entrada fumando como si estuviera esperando a alguien. Parecía
drogado o dentro de una especie de trance psicótico, vestía unos jeans
ajustados, botas de tacón estilo italiano y una gabardina negra y gastada. El
vecino no ha podido dar más
detalles acerca de las facciones del tipo en la
puerta a quien llamare “ELE”, ya que su cabello caía sobre el rostro y en
ningún momento levanto la mirada ni hizo contacto directo con ella. El vecino
le preguntó si buscaba a alguien y “ELE” dio el nombre de Xavier González del departamento
7. Creo que allí no vive ningún Xavier, quizá te dieron mal la dirección,
comentó el vecino tratando de disuadirlo de marcharse a lo que “ELE” rápidamente
contestó allí vive, vengo a buscarlo ¿me dejarías pasar para ver si se
encuentra?, Claro, contestó el vecino y luego le pidió un cigarro; “ELE” sacó
unos Marlboro rojos alargados y se lo encendió con un zippo negro con una letra
“L” dorada al centro. Jugando al investigador, el joven le preguntó por qué
cigarros alargados a lo que “ELE” respondió porque los fetiches mortales que escogemos
para apaciguar la vida deben ser elegantes y suaves y además detesto apresurar
los finales. “ELE” le encendió el cigarro y ambos entraron juntos, caminaron
lentamente por el pasillo pobremente iluminado por la amarillenta luz del fondo;
mientras más se acercaban al número 7, el sonido de la música que provenía de
la planta superior se intensificaba, “ELE” se quedó parado frente a la entrada
como esperando un intermedio para llamar a la puerta o para que el vecino entrara
a su casa, ya que lo miro de soslayo hasta que su sombra se desvaneció detrás
de la llovizna del vidrio de la puerta de su departamento. El vecino
rápidamente se dirigió hacia la planta alta para espiar desde su habitación las
acciones del desconocido. Indica que cuando se acercó a la ventana la puerta
del número 7 ya estaba abierta pero nadie había abierto y que al fijarse ben
observo pedazos de vidrio en
La
madrugada se hizo mañana cuando salí y afuera frente a la puerta, y esta es una
de las cosas buenas de tener una ciudad llena de personas sucias, en la calle,
cerca de un árbol entre un montón de basura, llamó mi atención una cajetilla de
Benson mentolados aplastada con una hoja doblada entre el cartón y el plástico;
esto no significaría nada pero tengo esta afición por los papeles tirados en la
calle y casi siempre me detengo a leerlos, es una especie de compulsión
personal, así pasa la gloria del mundo, además de que es mi marca. Recogí la
cajetilla y saqué la hoja que contenía el poema “Sueño