23 de diciembre de 2010

El cantor

"¡Oh, corazón perdido!"
¡Réquiem aeternam!
F. G. Lorca

Nada puede hacerse porque no importa la estrofa, y no se accede a las que sin tocar, cantan. Su espíritu se doblega, se rehace en otros, en otra cosa ¿Qué hacer con la canción? Nadie desea que le cante ¿Quién le explica su inútil función en mi boca? La sustituyen, la cancelan. Yo mismo. Sólo me detengo por el hecho de no desvanecerme. Lo sé: la esencia del cantor que detona en su voz. Quién puede saberlo sin dañarse la garganta, la palabra. Ahora hecho a volar el canto, como se libera un pájaro que ha vivido siempre en cautiverio...

A. M.

UN BREVE Y MORTAL SUEÑO

Novelas para el fin del mundo UN BREVE Y MORTAL SUEÑO (Antonio Mejía Ortiz, México 2019), nos conduce a un viaje a través del alma y la men...