15 de noviembre de 2012

TENGO UN SILLÓN ROJO


Tengo un sillón rojo que no es muy viejo
pero en cambio está muy roto
me siento en el mismo lugar desde hace años
y he visto cómo fue perdiendo su pulcritud
no me lamento
así sucede la historia
me digo "esto lo hizo mi gato"
y casi me echo a llorar como un niño
veo las quemaduras de cigarro y podría
definir una a una
cuál de mis amigos la hizo.
Los hoyos que tiene me pertenecen
fueron noches incontenibles con música
de cantina, cervezas y cajetillas de Marlboro
aplastadas por manos adormecidas.
Cada rincón huele a una mujer distinta
a una distinta forma de satisfacerlas.
El color rojo de mi sillón se ha oscurecido
por la mugre y los sueños muertos
pero no sabría decirte cuál es la diferencia.
Por las tardes me recuesto en él y pienso en
cómo cada lugar se ha desocupado
cómo de alguna manera todos se han ido.
Regreso por las noches cierro las persianas
y me quedo un momento a oscuras
recargado sobre la puerta
mirándolo a través de la negrura
enciendo un cigarro y voy a sentarme
hasta bien entrada la madrugada
cuando el silencio hecho de maullidos y ambulancias
de viento perdido y ladridos acongojados
hacen crecer las grietas y las telarañas
entonces me digo que apenas amanezca 
será distinto pero nada cambia
mi sillón rojo y yo nos parecemos
algo de belleza brilla detrás de la suciedad
y lo cuarteaduras
pero
la suciedad y las cuarteaduras
ya son demasiadas.

Antonio Mejía O./ 2012


EL MEJOR Y MÁS SANGUINARIO COMPAÑERO


Comienzan a volverse ambiguos los recuerdos
las mujeres que de alguna manera he querido
vienen a mis sueños para despedirse
y abandonar mi memoria
las veo marcharse como las vi despreciarme
al final de nuestro tiempo juntos
y me pregunto si hubiera podido hacer algo
para retenerlas
o si tendría la desesperación y la sangre fría
para asesinarlas
al final soy un hombre contenido
Algo anda mal cuando los amigos comienzan
a volverse necesarios
pero nadie te necesita a ti
primero comienzan a irse temprano de las borracheras
es como si tuvieran de nuevo quince años
y sus padres les exigieran llegar a casa
antes de las once
luego dejan de asistir a las reuniones
"cosa de trabajo, ya sabes, no puedo negarme"
pero tú sabes que es un pretexto
que la vida de los adultos como decían los viejos
se trata de hallarle pretextos a las circunstancias
para justificar la incapacidad de odiar o amar de verdad
de lamentarse, de reírse, de continuar o quedarse
varados definitivamente
absolutamente
durante las últimas llamadas te prometen que apenas
tengan tiempo irán a visitarte
y entonces comprendes que eres un desposeído
cuando los viernes a la noche
estás demasiado cansado para embriagarte
y se pierden los motivos para despertar temprano
y salir de casa
cuando más allá de la puerta parece que sólo hay ruinas
y las dos o tres mujeres que se acostarían contigo
creen que ellas tienen suerte
y te preocupan las enfermedades más que los placeres
y el espacio entre una cruda y otra es cada vez más corto
y el silencio se ha vuelto el mejor y más sanguinario
compañero.

Antonio Mejía O./ 2012

TU CUERPO ES MÍO


Tomo tu cuerpo ya no te pertenece ahora es mío
lo tengo y sé que es mío
aunque a veces ya no pueda alcanzarlo
de tocarlo impunemente
pero me pertence
tu cuerpo que es como un aguacero
que me empapa a mitad
de un día frío
tu cuerpo que es como el calor de esas playas
donde el cielo está nublado siempre
tu cuerpo que es como una violenta sacudida
del aire que hace volar mis ojos
que son hojarasca de antiguos veranos
tu cuerpo es mío
todos sus aspectos todos sus defectos
cada fibra que se enternece o se crispa
cada cabello que nace o muere o se debilita
tu cuerpo que es abrasador como sol seco
cayendo a plomo en una tarde sin sombras
sin otredades indiscretas
cada sudor sin poro cada mirada sin rostro
cada palabra arrancada de la oración de tus latidos
la sé y es mía
y siento mi corazón desarraigado cuando
lo recuesto sobre tus pretensiones
no condicionemos el deseo
tomo tu cuerpo
que es una verdad
que debí olvidar que sabía.

Antonio Mejía O./ 2012

EL ÉXITO ES COMO UNA MUJER HERMOSA


Sucede que el éxito es como esa niña de la secundaria
a la que nunca pudiste decirle que la querías
es como ese viejo amor que se perdió entre resentimientos
y pasiones desenfrenadas
como la chica de la universidad que no sabías que amabas
hasta que la viste enamorada de un patán
presumido e insignificante
como esa puta de quien pensaste que si no fuera cruel
el destino hubiera podido ser la madre de tus hijos
como la amiga que después de acostarse contigo
no pudo ser más tu amiga ni tu amante
como la vecina para quien eres demasiado viejo
y tu estúpida decencia no te permite llevártela a la cama
como la vecina para quien eres demasiado joven
y tu estúpida decencia no te permite llevártela a la cama
como esa actriz mediocre de telenovelas de quien piensas
que si estuviera en tus manos podrías convertirla
en una Marilyn Monroe o una Dolores del Río
como esa mujer que viste un par de veces en la calle
y cuando te dispusiste a hablarle desapareció
absolutamente, miserablemente
como la jovencita que luego de muchos años
volviste a encontrar y estaba acabada vieja y podrida
porque cayó en los cuerpos equivocados
como las veces que has dicho: "no la merece"
pero te engañas creyendo que el mundo se trata de
merecer
como cuando te han dicho: "te quiero a ti pero distinto"
y te engañas creyendo que no sabes de lo que hablan
es como ver a la mujer que amas feliz sin estar contigo
como la mujer que decepcionaste sin saberlo
como la chica a quien le confesaste que te gustaba
y terminó encamada con tu mejor amigo
es como una mujer hermosa que te mira de soslayo
mientras su hombre le mete la lengua en la boca
sólo para que continúes embriagándote
con cualquier cosa
y tu mente no pare de girar en torno a ella.

Antonio Mejía O.

NOSTALGIA


Oigo el lejano silencio que deja una fiesta terminada
y siento desde la oscuridad de mi casa
cómo se diluye la energía acumulada de los cuerpos
que bailaban cumbia hace unas horas.
Enciendo un cigarro y percibo cómo sucede
la madrugada
mientras hombres y mujeres andan por la calle
de regreso a sus camas.
Recuerdo una hermosa muchacha
pasando frente a mí
con un amigo a su lado;
fumaba en la puerta de la entrada
eran más o menos las tres de la tarde
y las cervezas que llevaba en la mano
la volvieron todavía más atractiva;
¿Qué hacía yo a los veinticinco años?
Y los imagino desnudos bajo las sábanas
sin comprender la dimensión cósmica
de lo sucedido
aunque las hembras de algún modo
siempre lo saben
ahora le pertenezco y ella también me pertence.
Entonces de un número sin rostro
me llega un mensaje: "me gustaría verte".
pero esta noche no se trata del sexo
ni de los cuerpos juntos
sino de la experiencia de estar vivos.
Imagino de nuevo a la chica de las cervezas
afuera los gatos maullan
buscando una hembra
adentro me masturbo
por nostalgia
por nada más
que nostalgia.

Antonio Mejía O.

UN BREVE Y MORTAL SUEÑO

Novelas para el fin del mundo UN BREVE Y MORTAL SUEÑO (Antonio Mejía Ortiz, México 2019), nos conduce a un viaje a través del alma y la men...