26 de septiembre de 2014

DISOLUCIONES (Novela por entregas)

CAPÍTULO 3


ANEXO 2

-Los orgasmos están sobrevalorados, mientras cada uno de nosotros se devalúa más y más con cada persona con la que decides desnudarte-
-Toda esta jodida realidad del mundo dominada por la posibilidad de la sexualidad, ni siquiera por el acto mismo, se la debemos a esa clase de prostitutas que sobre explotan el deseo y la fantasía y no el sexo como se supone es el oficio-
-Lo que es realmente terrible es la sobre producción de carne sin sustancia; la enajenación a la que te obliga todo este diseño de vida cotidiana hecho por los viejos calvos, obesos y pervertidos que son dueños de las posibilidades en el mundo-
-El sentido de posesión, es decir, cuánto posees de qué cosa. Todo tu valor lo tiene la actitud y la actitud es una historia que te cuentan tus padres y la crees… pero que te digo, si para nosotros, los que no tenemos nombre, nuestra actitud es la del despojo-
-Vamos por la vida masturbándonos en la publicidad, en los programas de televisión, en el cine, en la música, en las ganas de llenarte de glamour y fama, en ese cuerpo con el que haces el amor comúnmente… y vas a terminar desollándote a ti mismo y nunca vas a encontrar, ya no digamos paz, hablemos únicamente de placer, ese placer que te diluye-
-Es también nuestra culpa, por pensar que existe un Lado B de la vida, que cuando sea tocado romperá todos los paradigmas y entonces seremos nosotros los beneficiados, porque todo se trata del interés y de la envidia, se trata de que te das cuenta que el otro lo tiene y tú no-
-El lado B existe, sabes, pero aunque llegara tampoco formaríamos parte. Somos el momento de darle vuelta al disco y allí como sabes, no hay música-
-Las mujeres podrían perdonarlo todo, excepto un miembro precoz o un espíritu pusilánime; si no padeces de esto, entonces ya puedes preguntarte si tus posibilidades alcanzan para llenar un alto porcentaje de sus expectativas-
-Todo es una mentira bien elaborada y es perfecta porque depende de que ustedes la crean, pero son tan… inocentes, como un niño de tres años…-
-Tengo un amigo que estudió sociología o psicología social o alguna de esas tonterías y en algún momento hicieron un experimento con los trabadores de una fábrica, se trataba de liberarlos de todos los medios de explotación y exigencias patronales… al cabo de un tiempo aquello se había convertido en una carnicería… un explotado necesita de alguien que sepa explotarlo y todo por esa glorificación teórica del trabajo; estamos metidos hasta el fondo en el sistema-
-Según tu lógica deberíamos aceptar nuestro papel de tramoya en este gran espectáculo capitalista y dejarnos aplastar cuando se les antojara-
-Sólo digo que antes con cuarenta y cinco pesos podías comprar una cerveza y dos cajetillas de cigarros… que seguiríamos pagando por fumar y por sexo ya sea en un prostíbulo o en una cita-
-Conocí a un chico que detestaba a una mujer y en un año ya eran novios; pasó el tiempo y al siguiente año ya se habían casado y de inmediato se hicieron de tres hijos. Poco a poco él fue cayendo en un marasmo de humillaciones y problemas de matrimonio. Aquella chica no era bonita, no era ni siquiera agradable pero algo tenía, quizá un psicólogo podría explicarlo mejor. Un día este chico llegó de trabajar y estaba comiendo su sopa fría, al levantarse por sal ella le ordenó que no le pusiera sal a la sopa, que no era sano, entonces él se acercó a ella y comenzó a golpearla hasta mandarla al hospital. Luego de disculparse amorosamente, siguieron esa rutina durante veinticinco años. Al final, mi madre le preguntó a esa mujer por qué había aguantado todo esos malos tratos y ella le contestó que por sus hijos y yo siempre he pensado que no se refería a lo que todos estaban pensando en ese momento-
-Conocí a una prostituta que en realidad no era muy guapa, pero todos la buscaban porque juraban que se trataba de un hada madrina que en lugar de varita mágica tenía su sexo. Era como si estar con ella te asegurara que tus deseos inmediatos se cumplirían o por lo menos, estarías más cerca de cumplirlos. Era como si fuera un hada prostituta que en lugar de proporcionar placer te proporcionaba un destino mientras ella no podía abandonar esa sucia habitación que era su vida-
-Tengo un amigo que había elaborado toda una estrategia anarquista basada en la mediocridad y la condescendencia. No creía que le mundo fuera a cambiar aunque estallaran todas las guerras del mundo. Su estrategia se basaba en el desánimo que le sigue al hartazgo. Se trataba de ser estudiado y educado y realizar tu trabajo a penas lo suficientemente bien como para no desaparecer por completo. Se trataba de llenar de ideología todo trabajo de siervo para los administradores del mundo. Se trataba entonces de administrarles la vida a los administradores del mundo. Creer que el mundo podría pertenecernos sería un error. Creer que algún día nosotros ocuparíamos la punta de la pirámide sería un error. Él pensaba que no deberíamos apropiarnos de nada más que de la intención de aquello que nos proporcionaran nuestros medios. No ser asimilado, no ser incluido, no ser considerado. Se trataba de mantener vivo el rencor y el desprecio. Se trataba de abandonar la esperanza de un bien mayor y más sofisticado, porque es allí donde nuestro propio cuento sobre la realidad sucumbe ante la saciedad de posibilidades.-
-Recuerdo cuando el mundo se trataba de la pura contemplación y los placeres simples como esperar al lado de la radio a que comenzara tu programa favorito para grabar en viejos casetes la música que te gustaba. Como las tardes después del colegio mirando el televisor sin la necesidad de tener una opinión respecto de todo-
-Mi padre vivió con miedo toda su vida. Así nos educó en el temor, en la necesidad de aferrarse, pero no me mal entiendas, no era un cobarde, únicamente sabía que el mundo era un lugar terrible y no quería que por causa suya la realidad nos destruyera, como finalmente sucedió aunque no de manera definitiva. Hablo de la confianza, de la pertenencia, de la necesidad de saberse-
-¿Quieres escuchar algo que escribí?-
-Sí-
-A veces somos malos
únicamente porque serlo parece lo adecuado
pero todo mal es irreversible
queda la vida entera para equilibrarse
para llevar la balanza a un mejor estado
a quién le importa lo que necesitamos
si no es adverso para nadie.
Todos los momentos son importantes
para limpiar los malos humores
de la carne.
El mundo es un lugar triste
el dolor es esa realidad cotidiana
que nos envuelve
que nos apresura a juzgar y castigar
a llevarlo todo hacia
un sombrío subterfugio.
A veces somos buenos
únicamente por serlo
y lo pasamos por alto.
Se requiere de valor para aceptar la luz
y las sonrisas ligeras
que no tienen compromisos
mercenarios-
-Tennesse, ¿desde cuándo escribes?-
-Desde que tenía quince años-
-Y por qué nunca has publicado si hay un montón de estúpidos que lo hacen a diario-
-Esa es la misma pregunta idiota que todos me hacen. No se trata de mí finalmente-
-Tienes razón ¿Tennesse, quién es el último imbécil que no quiso publicarte?-
-¿Para qué quieres saber?-
-Ya que estamos perdiendo el tiempo, podríamos visitarlo…-

-Tú eres un pobre iluso… casi como un niño de tres años o un universitario-

12 de septiembre de 2014

DISOLUCIONES (Novela por entregas)

Capítulo 3 (ANEXO 1)


YO QUIERO TENERTE

Yo quiero tenerte
Yo quiero estar contigo
Yo quiero que te recuestes detrás mío
y me hagas el amor a tu ritmo
el que Yo te he enseñado
Los orgasmos están sobrevalorados
mientras nosotros nos devaluamos
en cada relación
en cada misteriosa aparición de los sexos
Yo no quiero que te preocupes de mis orgasmos
esa es una aventura mía
en la que únicamente eres un personaje secundario
es un juego en el que Yo pongo las reglas
Yo no tengo nada
Yo no soy dueña de nada
Yo no quiero ser dueña de nada
Yo quiero serlo todo
Yo quiero ser la leche que nutre este mundo

“Tennesse”
Ciudad de México
La India, 3:00 am


A VECES UN DÍA

A veces despierto y pienso que apenas cierre la puerta de mi casa
me iré lejos, que no podré detenerme.
A veces pienso que al caminar por las calles olvidaré mi nombre,
que la próxima vez que me vea en el espejo seré vieja
con el cabello canoso y el rostro negro,
y que entonces sabré qué anduve buscando todo ese tiempo.
A veces pienso que caerán sobre mí como un edificio
que se derrumba
todas las enfermedades, todas las alegrías,
todo el amor, todo el dolor, el odio
o la vida
y que entonces no hallaré remedio
porque al fin me aceptarán en este su mundo
los adoradores antropófagos;
que no tendré que ir parchando mis emociones
con paliativos pasajeros
porque tendré un egoísmo verdadero.
A veces despierto y me atemoriza el cielo y el infierno,
el placer y el pecado,
lo implacable y lo omnipotente.
A veces despierto y pienso que estoy contenta con lo que tengo
que no importan los fracasos, que el mundo es perfecto,
Así terrible y solitario como es,
que la humillación y la exclusión apenas son un precio
como tantos otros
porque todos tienen un precio.
A veces despierto y pienso que si encontrara
un pobre cuerpo desalmado
me ocuparía de él para
luego habitarlo
y encender una luz todas las noches.

“Tennesse”

Ciudad de México

2 de septiembre de 2014

DISOLUCIONES (Novela por entregas)

CAPÍTULO 3



Entramos a la cantina, una canción suena tristemente en la rockola y cuando acaba únicamente quedan las pequeñas voces de los meseros que se cuentan chistes con el cantinero, el cual se encuentra distraído viendo un noticiero deportivo en el televisor; el lugar está vacío excepto por un viejo bebedor que al fondo, en la última mesa duerme desparramado sobre una botella de tequila a medio beber y un plato de plástico con frituras rancias. Nos sentamos en los taburetes, se acerca uno de esos meseros ancianos cuya actitud va mucho más rápida que su cuerpo, como si se fueran tomando la vitalidad de los borrachos que poco a poco van perdiendo la energía y agotando la conciencia. Mira a Tennesse y su expresión cambia de inmediato, en un santiamén se vuelve más jocoso y dicharachero; hace un par de chistoretes viejísimos y clava la mirada en las heridas y la sangre seca que aún tengo en el rostro para preguntarme qué voy a pedir para la “señorita”, haciendo un énfasis en las comillas, con más amistad que malicia. Únicamente hago un débil movimiento con la mano indicándole que decidirá por sí misma y ella pide una copa de Jack Daniel´s sin hielo, yo le digo que me traiga una Negra Modelo pero de inmediato se interpone su voz femenina para reclamar que no hemos venido hasta acá para bebernos una cerveza, que eso es bastante cutre, declaración que el mesero reafirma con un sarcástico “hágale caso a la señorita (esta vez sin comillas) ella sabe… ¿cerveza?, ni que estuviéramos en una fonda a las tres de la tarde”, seguido de una amplia carcajada que se expande por todo el salón haciendo eco. Ignoro si alguno conoce el significado exacto de la palabra “cutre” pero no quiero investigarlo y entonces pido otro Jack. Enseguida, dice el mesero y se va hablando sólo como hacen los tipos chistosos en las cantinas antiguas. Dame unas monedas voy a poner una canción, de algún modo tenemos que alegrarnos la vida, dice Tennesse. Saco unas cuantas monedas y se las entrego en la mano, ella se levanta y camina hacia el aparato. Sería justo decir que su cuerpo no es perfecto pero resulta atractivo aun dentro de toda esa vestimenta exagerada. Se mueve cadenciosa y a paso lento, segura de que todos allí dentro la miramos, segura de que ha aprendido bien el caminar de las divas hollywoodenses. Se inclina sobre la rockola y sus caderas se pronuncian con un erotismo que viene a demasiado incluso a esta hora. Elige durante un buen rato golpeando suavemente el suelo con el imposible tacón derecho de sus zapatos. Luego da media vuelta y camina a prisa para que la música le alcance en el camino. Suena No headstone on my grave y en seis pasos largos y cuatro pequeñísimos llega a nuestra mesa. En ese instante, como sugestionado por el aliento teatral de Tennesse, aparece el anciano mesero para dejarnos nuestros tragos y se va con una leve risa entre los dientes.
-Dónde en toda esta ciudad mal parida encuentras una cantina que tenga en su rockolla un disco de Jerry Lee Lewis- Le pregunto, no creyendo en la extraordinaria sucesión de eventos que caen a buen tempo.
-Esta es una noche distinta; yo soy una musa distinta; quizá hoy también tú puedas llegar a ser distinto-me dice moviendo los hombros al ritmo de la música y con una sonrisa pícara en sus bien definidos labios
-Tennesse, estoy presintiendo que toda tú eres una paradoja-
-CARA Y CRUZ[1]: Vida: soy de tu cara y tu cruz. / Casi siempre / colgada boca abajo, / pero fuerte como una telaraña al viento. / Mi corazón arde, / pero yo soy escarcha fría resplandeciente.”- Dice antes de comenzar a desmantelar su extravagante belleza dos horas después de que tomara con suavidad mi mano para apartarla del camino y desviarnos hacia una de esas cantinas solitarias del centro. Con el tiempo sabría que su mente era capaz de recordar poemas completos, párrafos enteros, expresiones exactas de todo tipo, incluso las que leía pintadas en los baños públicos y todo para cumplir con ese ritual suyo de hacerse y deshacerse a sí misma a través del personaje que había aceptado ser para sobrellevar la vida.
De un trago se bebe todo el contenido del pequeño vaso y comienza a sacarse las pestañas dejándome ver por fin sus dos grandes y profundos ojos cafés, luego se quita el cabello rubio platinado y brota de allí dentro una larga cabellera negra como mi suerte; se saca los tacones escarlata y los coloca a su lado, toma de un bolso unos zapatos de piso tan discretos que antes nunca hubiera podido relacionarlos con ella. Sentada como está se deshace del brilloso y ceñido vestido para ponerse uno de líneas negras sobre la tela blanca, de manga corta y sin escote que define mejor su edad, su belleza natural, su verdadero carácter. No pudo pasar por alto que el brasier y las bragas combinan perfectamente. De las bolsas del vestido toma unos guantes blancos y lentamente los hace a sus delgados dedos para señalarle al mesero que traiga otra ronda; me apresuro a beber y observo cómo cuidadosamente se quita el exceso de maquillaje y hace algunos nudos con su cabello para que no le estorbe.
Al final me encuentro sentando con alguien que es completamente distinta, por lo menos cinco años menor de lo que hubiera pensado y aunque aún no podría decir que la respeto, sí lo pienso dos veces antes de tirarle algún comentario desatinado. El mesero trae la siguiente ronda y nos quedamos como dos bobos, mirándonos sin saber qué sería lo adecuado; yo trato de leerla pero me encuentro como saliendo al sol de la tarde luego de haber dormido toda la mañana; por su lado, me parece que ella me tiene clasificado y con todo, permite que siga jugando el rol que me corresponde.
-No podemos quedarnos mucho tiempo, todavía hay algo que no hemos hecho- le comento.
-Voy a hacer una agenda empezando hoy, que termine dentro de diez años, para que al llegar a este día pero en diez años, sepa cuantas carcajadas pude sacarle a Dios con los planes que tenía para mi vida- me comenta, como iniciando uno de esos juegos íntimos que tienen las parejas después de cierto tiempo.
-Mi padre era implacable, no dejaba pasar nada. Si alguien se quejaba de nosotros era costumbre suya suponer que efectivamente éramos culpables y entonces nos azotaba. Decía que debíamos aceptar que así era la vida, que no podíamos hacer nada para cambiarla. Que él buscaba la razón y lo justo, que no iba a cubrirnos por el hecho de que fuéramos parte de su familia. Cuando se hizo viejo le sobrevino una revelación espiritual y se llenó de compasión y misericordia. Nunca entendió por qué fuimos tan duros e implacables para con sus errores, nunca entendió por qué, según él, estábamos tan equivocados, pero nos perdonaba y nos siguió perdonando hasta el día de su muerte y así fue como se salió con la suya el viejo-.
-Los orgasmos están sobrevalorados, yo no quiero que tú te preocupes de mis orgasmos, esa es una aventura mía a la que no has sido invitado…[2]-.
Seguimos hablando así durante una hora excepto por las salidas a fumar o cuando ella iba a poner nuevas canciones. Finalmente pagamos la cuenta, me pide que suba el cierre de su vestido y salimos a la calle. Enciendo un cigarrillo, me pregunta a dónde es que nos dirigimos, saco la tarjeta y se la muestro, ella la mira con cierto desaire.
-Conozco un poco la zona, puedo decirte cómo llegar más rápido-.
-Pues vámonos, no quiero dormirme manejando-le contesto, abro el automóvil y subimos.
Nos alejamos del lugar y No headstone on my grave se desvanece entre las calles del centro repleta de chicos que en la madrugada comen o fuman, que entran o salen de las cantinas y bares; y mientras más pienso en aquello que persigo más me voy sintiendo perseguido. Pienso en Tennesse y me digo que es como una prostituta virgen, como una madre que me da hijos que son hermanos, como una antagonista que se lleva los aplausos al final de cada acto. Pienso que todo este viaje, que todo este paseo por el amor y la muerte, incluso yo mismo, en realidad formamos parte del destino de Tennesse; que si ella decidiera desaparecer toda la ciudad se vendría abajo. Pienso que no importa qué haga de ahora en adelante porque necesitaré quererla, pero que debo hacerlo clandestinamente para que no me disuelvan las potencias inevitables de su orgullo. Me doy cuenta de que ella se ha convertido en el ombligo del mundo y de que yo continúo siendo un esclavo…Don't put no headstone on my grave, all my life I've been a slave. Want the whole wide world to know, that I'm the man that loved you so. Mama, mama, don't you cry, i'm gonna meet you in the by and by, in the sweet by and by…




[1] Monroe, Marilyn: http://lejosdeltiempo.wordpress.com/
[2] Estimado lector, la conversación aunque extensa y metafórica me parece interesante sin embargo podría distraer de la acción dinámica aunque secundaria de nuestros personajes, por tal motivo la podrá encontrar completa próximamente en el anexo a este capítulo (N. A.).

UN BREVE Y MORTAL SUEÑO

Novelas para el fin del mundo UN BREVE Y MORTAL SUEÑO (Antonio Mejía Ortiz, México 2019), nos conduce a un viaje a través del alma y la men...