Es increíble que muchos mexicanos se crean la campaña de terror en
contra de AMLO, impulsada por JVM, el PAN y Televisa, principalmente o superficialmente.
Hablan de él como si hubiera indicios
reales o verificables, que no sean chismes o acusaciones, del comportamiento
que le imputan, porque si de eso se trata, yo puedo decir que JVM ejerce la
prostitución, porque entonces no importa si tengo o no pruebas de ello, lo que
importa es que tan mal queda el acusado frente a la sociedad y si la sociedad o
el "populacho" se lo cree. Antes de seguir, quiero decir que esta práctica no es nueva, el
desprestigio se practica desde la Antigua Roma, pasando por las trece colonias
en E.U. (Es más, ha sido una estrategia a través de la historia de este país)
el Nazismo, el Comunismo stalinista y maoísta, los regímenes socialistas de los
países balcánicos y en fin, por todos los regímenes que intentan a toda costa
mantener el poder, pero quieren ser catalogado como demócratas o libertarios.
Hay que leer un par de libros de historia para darse cuenta de esto, pero sobre
todo se necesita ser un tanto perspicaz.
Así las cosas, basta que se diga que AMLO en un peligro para
México, como para que, mágicamente, así sea. Hablan como si en la historia
contemporánea del país, se hubieran vivido dictaduras reales, como si hubiera
documentos que ligan al candidato con una conspiración. Irónicamente, acusan a
AMLO de creer en conspiraciones fantasiosas pero ellos construyen una tras otra
impunemente. En 2006 fue AMLO; al inicio de esta campaña electoral, el peligro
para México era EPN, ahora de nuevo es AMLO, al punto de compararlo con Stalin,
Castro y Hugo Chávez (nada más les faltó Hitler), es cosa de locos. Su
aberración porque AMLO llegue a la presidencia ha tocado puntos enfermizos y me
refiero a enfermar al pueblo, ignorante y necesitado, de miedo; tal parece,
repito, tal parece (aparenta ser), que aquello que dice AMLO es verdad, aunque
ahora suena exagerado. No es que esté a favor de unos y en contra de otros,
pero es deleznable infundir el terror de manera tan irresponsable (Creo que no
han visto Canoa de Cazals). Si esto
mismo sucediera en un matrimonio, en un hogar o una institución, varias
organizaciones hubieran entrado en "defensa de la verdad y la
legalidad", empezando por Sicilia. De cualquier forma, si tenemos el valor
para defender lo que consideramos como verdad o legalidad o libertad, lo
haríamos desde cualquier espacio y no necesariamente desde la presidencia y sin
la necesidad de propagar el terror, la calumnia y el chisme.
Quien tiene la verdad no necesita de la mentira. Sin embargo,
cuando la situación les conviene, entonces aquel que antes tacharon de
"anticristo", ahora es digno de ser escuchado y no se trata de si es
coherente lo que dice o no, se trata de quién determina lo que es verdad
y lo que es mentira y en este caso quienes lo hacen son JVM, el PAN y Televisa.
Y quienes lo creen, son los mexicanos. Ayer en el debate de los chicos de #yosoy132, JVM cuestiona con su
"alta calidad moral" (al menos la que los “mexinacos” le han otorgado
gratuitamente) a AMLO, sobre los monopolios, claramente aludiendo a las intenciones
de Televisa sobre la telefonía y en contra de Slim. En cuanto AMLO dice que
deben eliminarse los monopolios al parejo, para Televisa es una “victoria moral”
sobre Slim y entonces la voz de AMLO debe tomarse en cuenta, tanto que lo
repiten en todos los noticieros a todas horas. Ahora el peligro para México no
es el candidato, es Slim.
Mueven la sintonía del terror y el blanco de sus ataques cuándo y
a dónde se les antoja. La insistencia del "respeto a los resultados del
IFE" hasta por parte del Presidente es preocupante porque no están
pensando en lo que podría hacer AMLO si pierde, su capacidad ya se probó en
2006 y la respuesta de la sociedad fue la misma: mediocre y temerosa. Cuando
por menos y con menos razón en otras partes del mundo la sociedad toma las calles
e instituciones hasta la revuelta, en México las personas tienen un terrible
miedo de perder las migajas que difícilmente han conseguido, cosa que tiene que
ver con la mentalidad de "siervos" que tenemos, como lo dijo Octavio
Paz en el Laberinto de la soledad. Pero cuando los “maestros” del CNTE
desestabilizan al país, amedrentan, imponen y amenazan, nadie dice nada, es
más, se banaliza el hecho. El gobierno y las instituciones demuestran su
incapacidad y su fragilidad, su corrupción. Cosa que se logra ocultar con un
lugar común o con leitmotiv épico,
como lo fue la “guerra contra el narcotráfico” para FCH y es el “feminismo
bastardo” para JVM.
Lo que se decide en estas elecciones no es la estabilidad
del país, ni siquiera la legalidad y mucho menos el rumbo de la nación. Lo que
se decide es aquello que está detrás de la exigencia de “democratización de los
medios”: si los mexicanos seguimos siendo un pueblo aterrorizado, servil y
mediocre o por fin damos el salto a la mayoría de edad. Esto no quiere decir
que se vote irresponsablemente por AMLO, quiere decir que seamos responsables y
tengamos valentía para defender lo justo y lo adecuado, para exigir a las
instituciones, al presidente a los políticos todos, independientemente de quien
gobierne, pero sobre todo a nosotros mismos, un actuar congruente y comprometido,
sin caer en fanatismos ni panfletarismos.